Nutrición y distintos cuidados: ¿ QUE ES EL TRASTORNO POR ATRACÓN?

El trastorno por atracón se caracteriza por un patrón de comportamiento alimentario alterado, donde el que padece de este trastorno experimenta episodios recurrentes de alimentación compulsiva en los que pierde el control de lo que come. Esto episodios deben ocurrir al menos una vez por semana durante tres meses para ser diagnosticado, además de haber vivido estas situaciones con descontrol y malestar.

En estos episodios el paciente realiza ingestas que son superiores a lo que cualquier persona se comería en ese periodo de tiempo tanto en voracidad como en cantidad en los que se pueden llegar a ingerir unas 20.000 Kcal en un período de 2 horas, que es el promedio de duración de los atracones.

Este trastorno tiene ciertas similitudes con la bulimia nerviosa ya que en los dos hay una alimentación de forma compulsiva, sin embargo, en el trastorno por atracón no ocurren las actitudes compensatorias que si lo hacen en la bulimia, como son los vómitos y el uso compulsivo de laxantes y diuréticos. De esta forma la persona vuelve a su patrón alimentario habitual.

Durante al atracón, a corto plazo, se experimentan sensaciones placenteras y positivas, pero al terminar este aparecen el sentimiento de disgusto y una ansiedad intensa, siendo conscientes de lo que ocurre e incapaces de cambiarlo. Realizan una ingesta tan rápida que apenas mastican ya que prácticamente engullen. En el transcurso del atracón suelen moverse de un lado a otro con ansiedad, lo que les empuja a comer más y más. En algunos casos el hecho de conseguir comida se vuelve una prioridad por lo que llegan a robarla o a coger lo que otros han tirado lo que les añade un sentimiento de vergüenza y humillación mayor al que ya sienten por lo que hace que el secretismo aumente, sin dejar estos de comer de forma normal delante de otra gente aunque los atracones los hagan sin nadie que los pueda ver. Los episodios los definen como un trance en el que tienen una sensación de pausa o congelamiento.

Una de las características definitorias de la ingesta compulsiva es la perdida de control, que puede darse antes de empezar a comer o a medida que comienza la ingesta, o incluso cuando se dan cuenta de que están comiendo demasiado. Con el paso de los años el atracón pasa a verse como algo inevitable por lo que disminuye esa sensación de pérdida de control. A veces llegan a planear el atracón aportando control en el descontrol que sienten. La frecuencia en parte determina la gravedad del problema además de como interfiere el atracón en la calidad de vida.

Los alimentos ingeridos durante el atracón suelen ser los alimentos prohibidos que la gente suele evitar por su alto índice calóricos. La cantidad de alimento que se ingiere en un atracón puede ser muy variable, un 25% pueden llegar a superar las 2.000 kcal, un 20% las 5.000 y de forma muy ocasional se pueden llegar a las 15.000 o 20.000 kcal, en los que el problema principal ya no es el tipo de alimento si no la cantidad.