Durante la infancia se establecen los hábitos alimentarios en losa que se basará la alimentación durante toda la vida del niño, por esto es muy importante que se establezcan desde un principio unos hábitos saludables con una alimentación variada ya que esta evitará patologías en la edad adulta y será muy difícil de cambiar en un futuro. A demás la infancia es una etapa en el que el organismo está creciendo y formándose por lo que se vuelve muy vulnerable a cualquier problema nutricional.
En esta etapa es esencial una buena alimentación, saludable y equilibrada, necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, un buen crecimiento, una mejor capacidad de aprendizaje, comunicarse, pensar, socializar, capacidad de adaptación y un correcto desarrollo psicomotor. Además es una prevención ante los factores de riesgo que influyen en la aparición de enfermedades y evitará trastornos nutricionales como la anemia, el sobrepeso, la obesidad o la desnutrición.
La recomendación general es que la dieta de los niños sea rica en cereales, frutas y verduras, y escasa en grasas saturadas y sal. Hay que consumir también huevos, lácteos y pescado pero en menor medida, es necesario también limitar la ingesta de carnes rojas y sus derivados. El agua debe ser la bebida base y esencial de la dieta. Es importante restringir los alimentos con calorías vacías y ultra procesados que aporten mucha energía pero no nutrientes, como son el azúcar y la bollería industrial. Estas recomendaciones pueden variar dependiendo del niño, pero lo importante es encontrar el balance del consumo de cada tipo de nutrientes ya que cada grupo tiene una función específica y esencial, por eso es necesaria una alimentación variada.
Bibliografía
https://www.diariodesevilla.es/salud/importancia-buena-alimentacion-infantil_0_919108407.html
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