En condiciones normales la leche de fórmula no debería de sustituir la leche materna, pero cuando la madre no puede alimentar a su hijo por cualquier razón la leche de fórmula es una buena opción. Según la Asociación Española de Pediatría a edad ideal para introducir la leche de fórmula es a los 6 mese de vida, cuando el estómago ya se ha desarrollado suficiente para digerir bien la leche y aprovechar sus nutrientes con el sistema metabólico e inmunitario fortalecidos. A los 6 meses lo ideal es complementar la lactancia materna con la leche de fórmula para complementar las necesidades nutricionales del bebe y que se siga beneficiando de la leche materna.
La leche de fórmula está generalmente se elabora con leche de vaca desnatada y procesada, con emulsionantes y estabilizantes añadidos para ayudar a mezclar aceites y el agua usados al preparar la toma. También puede contener lactosa y otros azúcares, aceites vegetales entre los que se encuentra el de palma, ácidos grasos, vitaminas y minerales de origen animal y vegetal, enzimas y aminoácidos o probióticos. Hay diferentes tipos de leches de fórmula para poder ajustarlas a las necesidades del bebé.
La leche de fórmula a base de vaca representa el 80% de las ventas, en estas la leche a pesar de ser de vaca ha sufrido unos cambios drásticos para que sea segura para los bebés. Algunas leches de vaca tienen hierro adicional para ayudar a los bebés con bajas reservas naturales de hierro lo que les provoca anemia y esta es recomendada para todos los bebés que no son alimentados por leche materna. Algunas fórmulas son fortificadas con probióticos o prebióticos para imitar a los oligosacáridos de la leche natural humana.
Hay fórmulas extensamente hidrolizadas o predigeridas, ya que la proteína ha sido descompuesta en proteínas más pequeñas que se digieren más fácil. Las fórmulas a base de soya contienen la proteína soya y carbohidratos que son glucosa o sacarosa, de forma que son diferentes a las fórmulas con base de leche. Es recomendada para los bebés incapaces de digerir la lactosa, que suele ser un problema temporal debidos a fuertes diarreas para la mayoría de los bebés, pero en el caso de que estos sean alérgicos o intolerantes a la proteína de la leche esta fórmula es una buena sustitución.
Existen fórmulas especializadas que se fabrican para bebés con trastornos o enfermedades específicas, incluyendo bebés prematuros. Están diseñadas para compensar problemas de absorción, digestión y metabolización que pueden padecer los niños.
Hay leche de fórmula para las diferentes etapas de la vida del bebé. Empezando por la leche de fórmula de inicio, que es similar a la leche materna diseñada para consumirla desde el nacimiento hasta los 6 meses, generada a partir de leche de vaca modificada, se trata de una leche muy completa que aporta todos los nutrientes y energía necesaria. La leche de fórmula de continuación ya se parece menos a la leche materna y más a la de vaca, aporta el 50% del requerimiento nutricional del bebé entre los 6 y 12 meses tiene una composición bastante completa ya que se le añaden vitaminas y minerales para estimular el desarrollo saludable de los bebés, esta suele complementarse con otros alimentos. Por último está la leche de fórmula de de crecimiento tiene una composición muy parecida a la leche de continuación, pero contiene muchas vitaminas y minerales ya que está diseñada para estimular el crecimientos de los niños, es un complemento ideal para la dieta infantil.
Bibliografía
https://www.etapainfantil.com/marca-leche-formula-bebe
https://www.medela.es/lactancia/viaje-de-las-madres/leche-materna-y-leche-de-formula https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/formula-feeding/Paginas/Choosing-an-Infant-Formula.aspx
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